24.4.09

El Maldonado



Llueve sobre Buenos Aires. Las aceras brillantes reflejan las luces céntricas; el ruido normal se ahueca para dejarle espacio al gruñido de la lluvia. 
Son las cuatro de la tarde, pero los nubarrones oscurecen el cielo llevándolo a una tonalidad, digamos, tipo 7.
Los paraguas convergen en la esquina de Córdoba y Florida, a la espera de que abra el semáforo.
Desde una boca de tormenta, una rata a la que nadie ve se asoma tímidamente, manteniéndose inmóvil mientras observa el movimiento de las ruedas de los taxis; hasta que decide volver a la oscuridad del alcantarillado, donde se desarrolla casi un universo paralelo en el cual la humedad y la falta de luz son germen de las más variadas formas de vida.
Queda de frente a otra rata a la que observa desde cerca de un metro de distancia. Caminando entrecortadamente ambas van acercándose hasta que quedan nariz con nariz. El roce de bigotes es inevitable. Se huelen durante largos segundos, hasta que sólo quedan mirándose, inmóviles.

-No sabés lo que llueve ahí afuera- comenta la que se había asomado al borde de la guarida.
-Estos días de lluvia me dan como una sensación especial, viste...- responde la otra, acodándose en una lata de gaseosa vacía.
-Sí, pero te mojás como nunca. 
-¡Aaaaah, ahora resulta que el exquisito no se quiere mojar! Es cuando viene lo mejor: el agua arrastra cosas y siempre algo encontrás.
-Sí bueno pero... vos porque no tenés que salir a buscar sí o sí, siempre fuiste medio bohemio. En cambio, si yo no traigo nada para los chicos, mi mujer me ahorca.
-No exageres, que tu mujer es una santa.
-¡JAH! eso dice todo el mundo, pero a mí no me da respiro.
-Y bueno viejo, vos tenés una familia, son responsabilidades...
-Eso lo tengo claro, pero me podría haber buscado una menos brava que mi señora.
-Cambiando de tema, viste lo que le pasó al Flaco Gerardo?
-No, ni idea.
-Vos sabías que se había ido a recorrer por ahí, que quería conocer el mundo...
-Sep.
-Bueno, a él siempre le gustó viajar y hace un par de semanas se fue subiendo el Arroyo Maldonado por el túnel.
-Ah, lindo viajecito, ¿hasta dónde llegó?
-Terminó apareciendo por Liniers, de ahí fue por el costado de las vías del ferrocarril Sarmiento. Anduvo unos cuantos días por ahí, hasta que al loco se le ocurrió irse más para el oeste, quería llegar hasta Merlo.
-¿Y?
-Un sábado llegó a la altura de Morón. Y Morón jugaba de local. En un momento en que salió de la zanja, pasó cantando la barra del Gallo. Y éste quedó en el medio. Lo pisó un gordo de doscientos kilos, al pobre Gerardo.
-No me jodas... pobre flaco.
-Irreconocible quedó. Se lo va a extrañar.
-Eso seguro. Con lo bueno que era... pobre flaco...

Las colillas de cigarrillos pasan al lado de los roedores flotando como góndolas venecianas. Por la boca de tormenta cae un volante mojado, con una foto mal impresa de una mujer mostrando sus pechos desnudos y anunciando que "ella te espera para pasar un momento único". Una de las ratas se da vuelta con un movimiento rápido y lo huele.

El semáforo abre. Algunos autos comienzan a avanzar. Suenan un par de bocinazos y los paraguas vuelven a aquietarse en el cruce, en los cruces de toda una húmeda Buenos Aires otoñal.

En Morón, un gordo de doscientos kilos entra en una parrilla y pide una porción de vacío con fritas.

-No sabés lo que llueve ahí afuera- le dice al mozo que va limpiando la mesa en la que se acaba de sentar.

4 comentarios:

  1. Esto es criptico! tipo clave morse que solo alguien puede entender! como yo no lo entiendo, solo dire que a las ratas no les gusta que las llamen asi, ahora prefieren el termino mas cool "roedores".

    ResponderEliminar
  2. JAJAAJAJA, se están juntando demasiado con los encargados de edificio, los recolectores de residuos y los choferes de ómnibus de corta distancia...

    ResponderEliminar
  3. Un amigo de Gerardo a veces sale y juega con un gato de la cuadra.

    Bah, el gato de la cuadra juega a que casi se lo come, a que casi lo mata, a que casi lo aniquila.

    Y se divierte a lo loco.

    ResponderEliminar
  4. ¿Quien se divierte? ¿El gato o el masoca del amigo de Gerardo?

    ResponderEliminar

Este es el lugar para opinar. O para desopinar.