29.9.10

Lado Sur




Cuando la lluvia helada me golpea en la cara, o cuando el frío me hace la Doble Nelson, dejándome la nuca dura y dolorida, es cuando más me acuerdo de lo que hice.
No me pasa, sin embargo, cuando estoy en el colectivo, tamborileando con los dedos sobre las rodillas (un Levi’s gastado garantiza el mejor sonido imaginable a la hora de sentirse el baterista de Oasis), o si me preguntan dónde queda una calle, o cuando voy a comprar al minimercado una tarde de sol.
No.
El frío y el agua son cosas a las que, desde aquel octubre patagónico, les tengo miedo. Y no hay abrigo o impermeable que pueda sacarme la sensación “vos estabas”. Porque, como sabe cualquier idiota, no hay impermeables para la conciencia.
Lo peor siempre son los gritos a la noche. Cuando se vive en los suburbios, es normal oírlos. Y aquel hijo de puta no tuvo mejor idea que gritar toda la noche, rodeado de piedras y hielo, lo que amplificaba el volumen de sus insultos y su llanto. ¿Qué podía hacer yo solo? No sabía cómo se actuaba en esos casos. No tenía la  fuerza. No tenía ganas.

Y hoy llueve y hace frío. Como casi siempre acá. No sé cómo pude haber sido tan idiota, mudarme a Londres fue una pésima idea.


2.5.10

Doble o nada

Ya sé que dos veces en dos días parece demasiado, luego de las largas ausencias a las que nos tiene acostumbrado el creador de este espacio. Pero soy como los goleadores, que no aparecen, no aparecen... y cuando lo hacen, postean las mismas estupideces de siempre.

A riesgo de ser apostrofado de machista, voy a presentarles un video publicitario traído de otras tierras y otras épocas (España, años 60) en que, a juzgar por la duración del mismo, el minuto de televisión era mucho más barato de lo que es ahora.

Estimada señora, desde ahora ya lo sabe :
Si su marido cada tanto le propina una golpiza para el campeonato, está claro que lo que le está faltando es ir al supermercado a comprar una botellita de Soberano.

1.5.10

Imágenes Payanas no muere, solo hiberna

Está sucediendo que la gente me manda cartas y correos-e, incluso me llama al celular y me increpa de los modos más inadecuados, al parecer porque les pinta el nostalgión y están deseando ansiosamente que siga posteando de modo continuo los excelentes contenidos acostumbrados en este sitio.

Pues bien, en un esfuerzo de producción sin precedentes, y luego de evaluar todas las posibilidades, vamos a terminar haciendo lo de siempre: la utilización a rajatabla de la ley del menor esfuerzo. No obstante ello, los resultados, me atrevo a aventurarlo, serán magníficos. Esto se debe a que lo que se verá a continuación es una obra maestra de la animación, considerada por muchos la mejor película animada de todos los tiempos.

Con ustedes, la rusa "Erizo en la niebla" de Yuri Norshteyn:

22.12.09

Mucho tiempo después...

Aparecí y dije: Educando al Soberano, ¡qué tanto ni qué tan poco!










Y el último, con Mex...

16.10.09

Ascenso al Cerro Champaquí

Y hete aquí que subirme al techo de Córdoba me evita tener que ponerme a pensar qué colocar en este dispar espacio.
Salen frenys, mobur y fotos.