Voy a despedir el año de una vez. Con chin chines entre estruendosos petardos.
Y para cerrar el 2008 en el blog, voy a poner un autorretrato para el club de fans que lo pide a gritos.
Heme allí, deslizándome entre barometrismos y RPMs, justamente en un año que para mí tuvo una dosis bastante alta de estas últimas.
Para terminar, me voy con la célebre frase que me lanzó el bombero que custodiaba el reluciente camión en que me veo reflejado:
"E amigo, eso no se puede tocá".