27.9.08

Instrucciones para ser el mejor émulo de Stevie Ray Vaughan


a) Junte algún dinero, o bien pídaselo prestado a algún pariente, prometiendo la pronta devolución del mismo en cuanto las cosas comiencen a mejorar.


b) Con el dinero, cómprese una Fender Stratocaster, del color que ud. desee. Hágale colocar pegatinas en forma de letras, de modo que en el instrumento se lea la inscripción "SRV"

c) Si le quedó algo de efectivo, cómprese un sombrero de ala ancha con aspecto texano.

d) Dedique un tiempo a aprender, como mínimo, la escala pentatónica y la de blues. Luego vea con detenimiento estos tres videos, en los cuales un señor muy amable le enseñará a tocar la intro de "Pride & Joy".


Parte 1:



Parte 2:



Parte 3:



e) Toque en vivo ante al menos tres mil personas. Está permitido invitar a parientes lejanos.

f) Por último, súbase a un helicóptero y muérase debido al impacto del mismo contra el suelo, luego de una veloz caída en picada.

18.9.08

Regalo

Sin demasiadas preocupaciones, el gordo espera y fuma un Lucky Strike con aire descansado, sentado en el sillón. Ella aparece taconeando de pronto, poniéndose un aro en el lóbulo de la oreja izquierda.

-¿Con ese traje blanco pensas ir? Después te ensuciás con chimichurri al primer choripán, y andás pidiendo que te pasen el sifón de soda y la sal.
Bueh, escuchame: ¿los aros estos me quedan bien? vos mejor cambiate, haceme el favor, que vamos a un asado, no a tu bautismo.
¡Gordo! ¿me oís lo que te estoy diciendo? ¿Le hablo a las paredes? No se ni para qué intento, dejá. Además, vos ya sos así, no vas a cambiar sólo para complacerme. Me voy a peinar y salimos. Andá agarrando las llaves del auto.


El gordo se queda mirando la puerta de cedro del baño, que se acaba de cerrar. Detrás de ella, se oye el zumbido de un secador de pelo. Cualquier otro hubiese buscado el control remoto de la tele, para acortar la espera. Pero el gordo no. El gordo Barry es un romántico, y a pesar de todo, o tal vez debido al monólogo que acaba de oír, se le ocurre hacerle un regalo. De modo que le da una pitada más al cigarrillo, se levanta y enciende la máquina de humo. Se sienta al piano. Y compone esto:


16.9.08

10.9.08

El emo: una especie que debe ser un poco respetada, caracho

He aquí que ahora hay unos señores muy pintorescos llamados emos, que tienen como objetivo final expresar su dolor por vivir la vida. Ellos lo manifiestan tomándose a golpes de puño con otros personajes llamados floggers, quienes a su vez parece que no se pueden ni ver con los raperos. Todo esto lo hacen utilizando las escalinatas de un centro comercial a modo de cuadrilátero desnivelado en cuotas. 

Ahora yo me pregunto qué demonios es un emo, porque si alguna vez vi a uno, yo ni enterado. Por lo que leí en el diario, se trata de unos sujetos a quienes les gusta el cine de Tim burton, se visten de negro y empalidecen adrede. Nunca muestran una sonrisa en su boca, ni aunque sean hinchas de Racing y salgan campeones, 35 años después. Una suerte de nosferatu pero sin los colmillos, aunque nadie lo sabe con certeza. Tal vez sean la última evolución del vampiro rumano, ya sin las herramientas dentales para abrir cuellos debido a la invención de la Gillette. Ya no sobrevuelan las casas en forma de murciélagos, por temor a o ser vacunados contra la rabia o ser confundidos con Batman, a pesar de que lo desean (ya que si fuesen Batman habrían filmado con Tim Burton), pero tal cosa los llenaría de alegría y, oh paradoja, dejarían de ser emos. Como sabemos, no hay emos alegres. Un emo alegre sería lo mas parecido a un mimo de plaza Francia, de esos que andan con la cara pintada y una lagrima de maquillaje bajo su ojo izquierdo. Tal vez sea por eso que la gente los golpea. El mimo tiene el amparo de ser un personaje público y de que no habla. Es por eso (y por suerte para ellos) que la gente, al ver un mimo, evita correrlo a pedradas por Figueroa Alcorta. Sin embargo el emo no es tan afortunado y cobra para el campeonato, y hasta tal vez dentro de mil años se utilice la frase “esto es una caza de emos”. Pero de momento eso no sucede. De momento, tengo la íntima certeza de que si un dia me sale un hijo emo, lo cago bien cagado a patadas en el culo y lo mando a escuchar por una semana a AC / DC.




Marcel Marceau, el emo mas famoso (y más adelantado)